miércoles, 13 de abril de 2011

LUIS Y SU PALOMA


Un día de primavera. Los primeros días de una primavera que invita a pasear, como cuando niños, como cuando ahora padres.
Las tardes de sábado y de domingo las recuerdo de niño, llevado de la mano de mi madre al CAMPO GRANDE, en Valladolid. El gran jardín y pulmón de nuestra ciudad, la del Pisuerga.
Los toboganes gigantes, los caballitos, la pérgola con sus orquestas, la pajarería, los pavos reales; tantas cosas...

Hoy Luis, el comandante de LA PALOMA, que así se llama la barca, ha dejado el puente de mando. Hoy a dejado este océano terrenal para irse a las aguas mansas del descanso eterno.
EL único trato que hemos tenido muchos con él, fue el de narrador de la historia de la bruja de la cueva; de la cascada, del chorro en el estanque.
Creo ahora, que disponia de ingenios que activaban luces y sonidos.
Todo ello para los niños, para los padres.


¡Adioooooos! ¡Adiooooos! Venga niños, más fuerte, que vuestras mamás no os oyen. El griterío era enorme. ¡ADIOOOOS! mientras agitaban sus manos.

Quiero recordar, algunas de las palabras o anécdotas, pero deben estar muy hondas porque las tengo en la punta del teclado, pero no hay manera.

Me quedo con su gorra de capitán; con su amabilidad a la hora de custodiar a nuestros hijos, antes a nosotros, con a veces, los piropos que le decia a alguna mamá espectacular.
Me quedo incluso con la de viajes gratis a los que invitaba cuando alguno no tenia las 50 pesetas del viaje.

Luis, allá donde vayas, navega, surca los grandes mares. Cuenta cuentos, la historia de la bruja, la de la cueva, los enanitos. la luz de la estrella.


Solo espero que alguien coja el testigo. Que la PALOMA vuelva a surcar el estanque. Que volvamos a escuchar el griterío. Como desde hace muchos años.

1 comentario:

  1. Que recuerdos!
    Espero que mis hijos puedan montarse como yo lo hice en mi infancia.

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